Para descifrar pausadamente la relación entre el placer y la lectura, se han esgrimido diversas herramientas entre ellas las psicológicas que fundamentalmente son indispensables para escuchar adentro lo que se escucha afuera cuando se lee, porque “la palabra dicha es la que está impresa, pero el significado se encuentra en el sonido”, aseguró la escritora Carmen Villoro Ruiz en el Primer Encuentro de Lectura en la Educación Superior “Lectura, Psicoanálisis y Cerebro” en el marco de las Feria Internacional del Libro (FIL) 2016.
Esta reunión fue auspiciada por el Programa Letras para Volar- de la Coordinación de Innovación Educativa y Pregrado (CIEP)-la Red Internacional de Universidades Lectoras, FIL y la Universidad de Guadalajara.
“Algún libro nos conquistó el corazón pero su mejor motivación son las texturas, el olor, el objeto en sí y no tanto por su argumento” aseguró la ensayista quién se ha convertido en la principal promotora del programa universitario de lectura Letras para Volar; en el salón Agustín Yáñez de la FIL un auditorio pleno escuchó su concepto acerca de dónde viene el placer de la lectura.
El niño al que se le han leído cuentos tendrá la palabra de su lado, y se le grabará para siempre en su sensibilidad, el inicio de la lectura en los niños está ligado fuertemente a su lenguaje, “todo libro es un conjuro y un juguete”, afirmó Villoro Ruiz.
Para escuchar lo que se lee por dentro hay que oírlo, el baño sonoro comienza con la madre y luego se equipara con la voz del narrador en una lectura, la voz del pensamiento que se vuelve propia, finalizó la autora.