Confesaron estar atrapados y ser compañeros de vampiros, de animales que nunca existieron, de ovnis y mutaciones. Pero no lo fue todo, los cuatro niños del panel en la Sexta semana académica frente al inmenso y nutrido foro de la Biblioteca del Estado “Juan José Arreola” también confirmaron estar secuestrados por otras deidades de su imaginación desde que empezaron a leer. Algunos de ellos empezaron a deletrear desde los tres años.
Revelaron ser amigos de magos y magas del infaltable Harry Potter, emociones como la vida y la muerte, de criaturas y lugares extraños. Comenzaron leyendo fábulas y moralejas “que, si te ayudan a la vida, a lo mejor más adelante, pero no tan emocionantes”.
Dijeron que en la aventura de la lectura está la capacidad de entretenerse “y crear otros libros con las ideas del que estás leyendo o una historia, es simplemente eso, conocer una historia que te enseña cosas de la vida”.
Al describir sus motivaciones simples, respondieron con elementos sorprendentes. Como lo hizo Escarlet la adolescente de un panel donde el más pequeño tenía seis años. “Me gusta leer porque los libros no son solamente una portada y unas hojas, cuando lees, Tu creas tu propio mundo, puedes inventar animales y hasta cambiar tu libro en la imaginación y empiezas a tener un sentimiento mutuo con un libro, como si estuvieras con un amigo y descubres como es esa conexión entre Tú y Él”.
El pequeño Òscar explicó a todos porque a veces hay aburrimiento en la lectura. “Tal vez te pongan mucho a leer en la escuela, frente a todos y otras veces desde la página uno hasta la quince y en la noche, pero si es bueno porque te entretiene y es bueno para el cerebro, si no lees te pierdes muchas cosas bonitas”.