El Foro FIL Niños recibió, la tarde del 29 de noviembre, a Jacques Fijalkow quien presentó su libro El elefante y el pájaro al lado de Alejandra Tadeo, ilustradora, y Tony Cuentacuentos quien, auxiliado de dos niños de entre los asistentes, contó la historia de dos amigos que se conocieron a través del correo electrónico, llamadas telefónicas y encuentros personales; mas por los celos de uno de ellos, dejaron de serlo.
Fijalkow, tomó la palabra para contar una historia en francés. Ayudado de la traducción, habló de una primera parte de su vida, cuando era pequeño él era un niño solitario y, en esa soledad, descubrió los libros; la segunda sucede al convertirse en un investigador universitario y se interesó en la lectura: “para ayudar a los niños a aprender a leer; porque para mí, yo decidí que los manuales de lectura para los niños eran muy aburridos y con los profesores pusimos en marcha una iniciativa para que los niños aprendieran a leer con libros reales como el que tenemos aquí”, el cual corresponde a la tercera faceta: la escritura de ese tipo de historias.
Como parte de la Colección “Amigos de Letras para Volar”, se presentó también el libro Cuentan de algunas letras, de Francisco Rojas e ilustrado por Rocío Coffen. El autor mencionó que “es un libro que tiene varias historias y en cada historia aparece una letra como protagonista”. De manera interactiva con los niños, el autor invitaba a representar los sonidos de las letras, a imaginarse las caras de ellas o su manera de actuar. “Yo hacía a partir de la forma de las letras y del sonido de las letras, una historia, y Rocío tenía que pintarlas, a partir de las cosas que sueña y ve” explicó. Lo más difícil fue hacer el sonido de la letra “H”, pues los asistentes no podían imitarle.
Como cierre, Tony Cuentacuentos interpretó el libro El universo está contento de Marta Acevedo, quien no pudo asistir. A través de su particular manera de narrar historias, abordó la importancia de la utilización de la lengua, su enunciación y su escritura. “Ustedes ¿para qué escriben?” preguntó al público infantil quienes le daban diversas respuestas, finalizó de la siguiente manera: “entonces las letras son para ser libres, las letras son para volar”.
A la par que sucedía la última presentación, diversos niños, de manera autónoma, se levantaban a solicitar autógrafo a Jacques Fijalkow, quien estuvo firmando aún al haberse finalizado las actividades.