El sábado pasado el Programa Universitario de Fomento a la Lectura “Letras para Volar”, en alianza con la Cátedra UNESCO de la Juventud y la Cátedra UNESCO de Igualdad y No Discriminación, realizó una serie de actividades para conmemorar el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor en la Plaza de la República de la ciudad de Guadalajara.

Las actividades llevadas a cabo constaron de talleres didácticos, la colocación del Tendedero del Poeta, un espacio para escribir y compartir poesía, así como de la lectura en voz alta de Frankenstein o el moderno Prometeo, la historia clásica autoría de Mary Shelley.

Desde las 09:00 horas, el stand ubicado en Av. México y Av. Chapultepec empezó a recibir a los transeúntes que con curiosidad se acercaban a ver lo que se estaba haciendo. Algunos de ellos se quedaron en los talleres didácticos que se impartieron a lo largo de toda la jornada, mientras que otros se inscribieron a la lectura en voz alta de la emblemática obra de la mencionada escritora inglesa, incluido un pequeño niño que se animó a pasar al frente.

Los talleres de (letras al cubo más uno), Poesía Visual y de la Guacamaya contaron con la presencia de jóvenes de distintas edades, así como de niños acompañados por sus padres, quienes también pusieron manos a la obra para realizar las actividades correspondientes junto a sus pequeños.

A un costado de los talleres, se erigió el Tendedero del Poeta, el cual fue un espacio de creación literaria en el que los asistentes expresaron, de manera creativa, diferentes pensamientos sobre los libros y la importancia de la lectura. Gracias a su formato, este fue un sitio que también sirvió para compartir la expresión literaria, pues las personas que recorrían la plaza hacían una pausa en su ruta para leer todo el tendedero.

Alrededor de las 17:00, se dieron por concluidas las actividades conmemorativas por el Día Mundial del Libro de este año, con lo que se refuerza el compromiso de la Universidad de Guadalajara, a través de “Letras para Volar”, para que nadie se quede sin leer.

Texto y fotografía: Oscar Franco